Maria Alpire, presidenta de la Comunidad Guaraní Quezenta, denunció que la policía de la provincia juntamente con un grupo de infantería reprimieron a los vecinos que ocupan sus terrenos en la zona norte de la ciudad de Orán.
El violento hecho se produjo en horas de la madrugada entre las 3 y 4 de la mañana del día domingo 13 de mayo sin previo aviso y generando escenas de desesperación entre los vecinos del lugar, que corrieron en medio de la fría noche hacia el costado de la ruta 50 para guarecerse del accionar policial.
“La policía actuó bajo la orden del Comisario Veleisan y la Fiscar Viasi”, indicó Alpire “Destrozaron nuestras pertenencias, golpearon a las mujeres entre ellas embarazadas, nos insultaron por nuestra condición originarios, tiraron las banderas argentinas y nos amenazaron con volver a golpearnos” explicó.
Autoridades policiales confirmaron que no se registran detenidos, mientras que los vecinos se apostaron en la calles perimetrales con carpas dispuestos a recuperar el territorio, organizando una marcha para el día lunes hacia la Unidad Regional N° 2, Tribunales y la Municipalidad
El Conflicto
Los terrenos, cuatro hectáreas, están ubicados en la zona norte de la ciudad, dentro del ejido urbano y cuenta con todos los servicios. Perteneció a la ONABE (Organismo Nacional de Administración de Bienes) y fueron cedidos a los miembros de la Comunidad Quezenta ya hace más de 20 años. Desde aquella época, la pacifica comunidad guaraní, esperan que el gobierno cumpla con las promesas de realizar las viviendas para las más de 150 familias que habitan de forma hacinada en una lonja de tierra adyacente, zona conocida como barrio El Chatarrero.
Ahora el intendente municipal Dr. Marcelo Lara Gros, quien también les había prometido la construcción de dichas viviendas, decidió darle otra finalidad a las tierras. Se dispone a construir un cercado perimetral en las cuatro manzanas con la excusa de la posible instalación de un Mercado de Frutihortícola . Para ello ya dispuso de los Fondos de Reparación Histórica y contrató a la empresa Orellana Construcciones.
Por su parte los puesteros del Mercado Frutihortícola no estan de acuerdo con la construcción de dicho proyecto ni a desalojar el actual predio ferial, justo al lado de donde se produjo la represión, porque consideran que se trata de un negocio inmobiliario, donde las autoridades políticas se quieren quedar con el Viejo Mercado, perdiendo así sus derechos posesorios; luego entrarían a un predio donde deberían absorber las deudas de la nueva obra y además despojarían a la comunidad Quezenta de sus tierras para viviendas.
“No estamos de acuerdo con las acciones del Intendente y nos solidarizamos con los vecinos de la comunidad Quezenta”, expresó Eduardo Segovia Pte de la Cooperativa del Mercado de Abasto. “No vamos a acompañar el proyecto del intendente que nos quiere hacer pelear entre trabajadores. Si quiere hacer un mercado que lo haga con la plata del mercado y donde actualmente existe, bajo nuestra administración y que no vaya a quietarle la tierra a esa gente buena”, manifestó.
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