Los argentinos acomodados o veces
los ingenuos de las provincias del NOA como Salta, se jactan de vivir en un
Estado de derecho. Los Pueblos Originarios vivimos desde hace siglos en una situación histórica difícil
y sin reconocimiento de nuestros derechos de preexistencia. Situación que solo empezó
empezó a cambiar con la apertura a un dialogo intercultural en el contexto de
un proceso democrático que se extendió más de 30 años, modificando los estándares
de derecho producto de un cambio en los valores éticos, en el plano de las
mentalidades y la expresión de los sectores postergados con su pensamiento político.
Los Pueblos acompaños un proceso de democratización y de cambio que se ha producido en los últimos diez años y que ha avanzado mucho pero también le falta mucho por mejorar, y solo lo hará en la medida que los Pueblos Originarios organizados avancen hacia la toma de responsabilidades de la cosa publica, de forma nacional y será popular en la medida que los representantes sean populares.
Los Pueblos acompaños un proceso de democratización y de cambio que se ha producido en los últimos diez años y que ha avanzado mucho pero también le falta mucho por mejorar, y solo lo hará en la medida que los Pueblos Originarios organizados avancen hacia la toma de responsabilidades de la cosa publica, de forma nacional y será popular en la medida que los representantes sean populares.
El pensamiento político de los
sectores postergados, no es ni más ni menos una situación despojo histórico de
la identidad, los pobres de hoy son nuestros hermanos indígenas que recurrido a
las ciudades al ser expulsados de los territorios comunitarios por terratenientes
opresores.
El indígena que se organiza es
revolucionario, no solo porque busca la autonomía para decidir cómo quiere desarrollarse,
vivir y hasta morir, sino por que sueña con elegir un hermano a los espacios de
decisivos de la cosa pública. Revolucionario
porque deja de lado el paternalismo y el asistencialismo, y se prepara para
asumir responsabilidades en la gestión del porvenir de la sociedad no indígena y
los pueblos originarios, porque entiende y explica su vida a partir de la armonía
y el equilibrio de la naturaleza porque esa es su cosmovisión de muchos de los
Pueblos Originarios.
Un indígena se sabe, argentino,
brasileño, chileno, boliviano, peruano pero antes que nada se sabe originario, y sabe además que su mandato lo emiten las bases. Reconoce en la historia los
actores y hoy a sus descendientes, pero entiende sobre todo que carga con un
legado de lucha y que muchos han puesto el cuerpo y otros han perdido la vida. Sin
embargo no retrocede sabe que debe marcar el camino que le enseñaron sus
abuelos.
No rendirse es una virtud en una
sociedad que no piensa en el otro, sabe que debe luchar con la fuerza de un rio
y con la paciencia de una piedra, porque no tan solo lucha con los que históricamente
lo oprimieron, sino que muchos hermanos por necesidad o conveniencia, olvidan
las enseñanzas de sus abuelos.
Los nativos somos herederos de
una lucha que no la buscamos, ella ya nos estaba esperando antes que naciéramos,
y llego para quedarse por que los usureros han destruido el mundo y roto su
equilibrio con la naturaleza, y ahora vienen por los recursos que han
contaminado en otros lados, o los han vendido al mejor postor hasta agotarlo.
Los nativos reclamamos el respeto
por nuestros de derechos de preexistencia, y levantaremos nuestras banderas
ante aquellos que son hoy los descendientes de los antes reclamaron derechos de
conquista.
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