Llega la Cuaresma para el mundo cristiano, y para los productores originarios de choclos y queso una buena temporada para ofrecer lo que la Madre Tierra produce.
La tradición católica, es acompañada por otra tradición muy salteña de la comer humitas en cuaresma. En actualidad todavía se pueden ver en la Avenida San Martín largas filas de camiones y camionetas ofreciendo choclos, la mayoría provienen de nuestra comunidad Las Costas del Pueblo Lule. Como también nadie puede negar que el Pueblo Diaguita – Calchaquí aporta los mejores quesos que vienen de Amblayo.
Del campo a la mesa, de la espiritualidad que acompaña el trabajo a la liturgia católica. Dos mundos que viven en paralelo, y que la visión foránea no diferencia, a los ojos del turista Salta parece el ultimo resguardo del Cristianismo, solo cuando acerca y profundiza su interés, nota que en los Pueblos Originarios todavía pervive como un murmullo la antigua espiritualidad que los mantiene vivos, en un mundo que los ignora e invisibiliza, negándoles sus derechos tan luchados por generaciones de guerreros.
No hay en el norte una espiritualidad más fuerte que la que puede verse cuando se rinde homenaje a la Madre Tierra, muchas veces acompañado de un rezó medio acristianado, y oraciones al Dios occidental, que los originarios respetan por su dogma, y hasta temen ofenderlo. Pero es más grande su amor a la Pachamama para todos los originarios es Madre y sustento de su vida y sus hijos.
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