jueves, 4 de abril de 2013

INDALECIO CALERMO NO ASUME LA DERROTA

(El Tribuno de Salta)
Calermo no devuelve las 4x4 del IPPIS
 

 
Las nuevas autoridades del IPPIS denuncian todo tipo de trabas e impedimentos para gestionar el Instituto Provincial de Pueblos Indígenas de Salta, después del histórico triunfo sobre el actual vocal de la etnia wichi que presidía la institución y contaba con el apoyo del Gobierno provincial, Indalecio Calermo. “Desde que asumimos en febrero, hasta la fecha, nunca vimos las cuatro camionetas 4x4 del organismo”, dijo Enrique Arello, el nuevo presidente. La denuncia fue radicada el 20 de marzo último en la Comisaría N§ 5, de la Unidad Regional 1 de Salta Capital.
La noticia se conoció después de una seguidilla de ataques que las nuevas autoridades atribuyen a Indalecio Calermo y sus seguidores. Tras la derrota electoral, el Gobierno de Salta negó la victoria de Arello. “No existió votación alguna. Se labró un acta con la voluntad que expresaron todos los vocales”, había dicho el secretario de Desarrollo Comunitario, Ricardo Echenique, dependiente del Ministerio de Derechos Humanos a cargo de María Pace. En menos de 24 horas, la jefa de Echenique tuvo que contradecir a su funcionario: “El IPPIS tiene nuevo presidente elegido por la mayoría. Es Enrique Arello, vocal de la etnia guaraní”, redireccionó. Ese día, los ganadores tuvieron que escapar por los techos.
A principios de marzo, Calermo y un nutrido grupo de seguidores impidieron que el electo titular se presente en sociedad ante las comunidades originarias del norte convocadas en la sede de Tartagal. A finales del mismo mes en la sede del IPPIS de Salta se atrincheraron aborígenes guaraníes, que perdieron ampliamente frente a Enrique Arello en la elección por el vocal de esa etnia. “Los aborígenes habían utilizado las oficinas como habitaciones para dormir, comer y hacer sus necesidades... Destruyeron la mayoría de los expedientes con los que estaba trabajando la institución... sillas y computadoras quedaron inutilizadas”, decía la crónica. Esta vez, ya pedían la intervención al organismo. Allegados a Arello dijeron que se quemaron documentos y temían que se tratara de “un circo para borrar evidencias de las cientos de irregularidades de la gestión de Calermo”.
Ahora, El Tribuno da a conocer una insólita maniobra que ya fue denunciada ante la Policía y está en manos de la Justicia local. Es que los dirigentes aborígenes derrotados en las últimas elecciones siguen utilizando los vehículos oficiales del IPPIS como si fueran propios, dejando sin movilidad a los nuevos vocales y al presidente Arello, que según denunció tiene que usar su propio auto para trabajar por las infinitas cuestiones que acechan al mundo aborigen en el amplio territorio salteño.
“Solicito la devolución de los cuatro vehículos que se encontraban en poder las anteriores autoridades”, dice la denuncia caratulada de “retención indebida”. Las cuatro Ford Ranger 4x4 están en poder, según el documento, del mismísimo Indalecio Calermo; de Miguel Siares; Emilio Fernández y Cornelio Soruco. Siares es el actual vocal de la etnia coya, por tercer mandato consecutivo. Fernández es, en cambio, el ex vocal chulupí, que apoyaba a Calermo cuando fue derrotado en las últimas elecciones. El caso más llamativo es el de Soruco, señalado como sobrino carnal del polémico dirigente wichi, es que es hijo de un hermano de Ca lermo por su rama materna.

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